

Geniol es una reconocida marca de analgésicos en Argentina con una gran historia publicitaria. Nadie se libra de esa sensación de taladros en la cabeza. La famosa marca de analgésicos Bayer tenia esto muy claro y lo demostró desde los orígenes de la creatividad publicitaria en la década de los treinta, a través de diversos anuncios gráficos que plasmaba muy bien esa sensación. Tanto éxito tuvo la campaña que perduro durante 30 años y la cabeza con clavos retorcidos, pinzas y ganchos se hizo un icono de la publicidad.
Francisco Suarez Zabala era un bioquímico y farmacéutico egresado de la Universidad de Buenos Aires y creador del analgésico Geniol (luego conocida como Aspirina). En algunos envases antiguos del producto se podía leer el slogan "el Geniol es bueno y es uruguayo". Esto se debe a que Suarez tenía patentado el producto hacia ya tiempo pero no tenia dinero para invertir en laboratorios. Hasta que se caso con una mujer de de la alta sociedad uruguaya y le brindo dinero para su emprendimiento. Su fabricación se llevo a cabo en Argentina y Uruguay. Por estos dos puntos podemos imaginar el significado del slogan.
Un día Fransico se acerco al escultor y pinto Lucien Mauzán y le encargó que le hiciera una cabeza con su cara. Pero el primer resultado no le gusto. Siguieron con su búsqueda y luego de varios intentos el artista, cansado, le hizo una cabeza en la que le saco la peluca y le clavo unos clavos, modifico la cara a una graciosa y con gestos irónicos para molestarlo y se la envió.
A Francisco le gusto tanto que la utilizo para la campaña gráfica más exitosa en la historia de la publicidad Argentina.
El slogan era "Venga del aire o del sol, del vino o de la cerveza, cualquier dolor de cabeza, se corta con un Geniol”. La campaña consto de diversas publicaciones gráficas, cuñas en radio cantadas por Juan Carlos Marambio Catan, cuya similitud con el cantar del grandioso Carlos Gardel, no fue una mera casualidad. Anuncios con el mejor estilo de milonga Argentina, y estatuillas de la cabeza con sus retorcidos tornillos y clavos, que se les brindaba a las farmacias para colocar en los escaparates. Aquí les dejo una fotito de las estatuillas que hoy son objetos de coleccionistas.
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